martes, 18 de mayo de 2010

Basta ya

La nueva hoja de ruta del PSOE pretende imponer el olvido, no la Justicia.

A medida que se van conociendo más detalles sobre el nuevo proceso de rendición ante ETA, denunciado desde sus primeros indicios por este blog y otros medios carlistas, la indignación general está creciendo. Por sus interés reproducimos la carta publicado en el diario El Mundo el 18 de mayo de 2010 por Ana María Velasco Vidal-Abarca, hija del comandante Jesús María Velasco Zuazola, carlista y jefe de los Miñones alaveses (Policia Foral de Álava) asesinado por ETA el 10 de enero de 1980 y de Ana María Vidal-Abarca, ex-presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Nuestro recordado Jesús María Velasco Zuazola tenia tres condiciones especialmente odiadas por el nacionalismo euzkadiano al ser carlista, militar y representante de una institución foral tradicional. Pese a algún matiz valorativo y conceptual compartimos la preocupación ante la creciente amnistía encubierta que está practicando el gobierno de ocupación de España con los presos etarras y ante las posibles vías de rendición ante el terrorismo que se dejan entrever.

Basta ya

El pasado domingo fue ampliamente difundida la carta que han firmado un grupo de «históricos» presos de ETA en la que afirman que habría que «reconocer y reparar» los daños infligidos a las víctimas del terrorismo, a cambio, eso sí, de concesiones políticas y beneficios penitenciarios. Esta noticia ha sido recibida con satisfacción por el ministro del Interior, precursor de la iniciativa y que desde hace varios meses maquina sobre cómo convencer a los terroristas de que utilicen la vía política que el Gobierno está dispuesto a ofrecer para que el entorno radical vasco defienda sus planteamientos.

Casualmente, la carta coincide en el tiempo con el traslado a Martutene de Arnaldo Otegi, la liberación de Rafa Díez Usabiaga, la no petición de detención de ‘Josu Ternera’ o la desaparición de De Juana. El sagaz ministro nos vende sus maniobras como una estrategia para dividir a los presos de ETA y así debilitar a la banda. Yo le diría a Rubalcaba que tenga cuidado y que no olvide que cualquier actuación política debe estar siempre regida por la ética, ese concepto tan anticuado que se supone que guía el comportamiento moral hacia la búsqueda del bien, en este caso colectivo.
¿Acaso él considera un bien que los terroristas y sus acólitos sigan campando a sus anchas en las instituciones del País Vasco?

En cuanto a la denominación de los presos como «históricos», agradecería muchísimo que alguienme explicase qué quiere decir semejante calificativo. ¿Que pertenecen al pasado? ¿Que su trayectoria es tan gloriosa que merecen pasar a la Historia? Puede que sean históricos, pero los efectos de sus crímenes perduran hasta hoy y lo harán en el futuro en el dolor de cada uno de los familiares de las personas a las que ataron, en la perversión que sembraron en la convivencia de los ciudadanos vascos y en la alteración que produjeron en el devenir de la democracia española.
Decía Aristóteles que la virtud más importante es la Justicia. Si los terroristas son sinceros en querer resarcir a sus víctimas –puesto que no pueden devolverles la vida que les arrebataron– la única forma que tienen de demostrarlo es aceptar que se haga Justicia y estar dispuestos a cumplir sus condenas. El perdón –si es que alguien perdona– no sustituye a la Justicia. Lo ha dicho el Papa la semana pasada en Lisboa. Y el Estado de Derecho tiene la obligación de hacer que la Justicia se aplique. Basta ya de inmorales cambalaches. Basta ya de impunidad. Basta ya de excarcelaciones arbitrarias. Déjennos de eufemismos «históricos» que pretenden dar una pátina de autoridad a una panda de delincuentes.

Y que nadie olvide que para las nuevas generaciones de posibles terroristas, que sus mayores salgan de la cárcel sin cumplir sus condenas –o directamente ni siquiera entren, como los que viven en Suramérica– es un estímulo para seguir sus pasos porque ven que hagan lo que hagan, al final tendrán una salida, un proceso y vuelta a empezar. Basta ya.

Del socialismo capitalista a la ruina de la nación


El anunciado robo que el gobierno socialista de ocupación de España hará sobre los sueldos de los funcionarios y sobre las pensiones, junto a la nueva e injusta subida de impuestos es una etapa más del camino hacia la ruina a que conducen las disparatadas políticas del tarado que preside dicho gobierno títere. El saqueo y expolio a que se han sometido las arcas públicas en los últimos seis años es solo comparable al que cometió Napoleón o la II República, por más que el mismo se haga bajo la coartada de "subvenciones" (a todo lo malo y degradante) o "políticas públicas" (que llenan el bolsillo de los listillos y enchufados del politburó del nefasto sistema corrupto y liberal de la constitución del 78). Los españoles ya estamos pagando muy caro, con 5 millones de parados, pequeñas empresas diariamente arruinadas, mayor presión fiscal y bajada de sueldos y pensiones el derroche socialista y el sometimiento a la finanza sinárquica. Mientras tanto los sindicatos se dedican a defender a un juez multimillonario...
Agencia FARO, nuevamente da las claves de la actual situación:

Madrid, 13 mayo 2010. Incluso el liberal director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Juan Iranzo, admite que con las medidas económicas que acaba de anunciar el Gobierno (de ocupación) presidido por Rodríguez Zapatero, España se ha convertido en "un protectorado" de la Unión Europea. Disparatadas unas, necesarias pero a destiempo otras, no van acompañadas de limitaciones al salvaje sistema bancario (al contrario: el único acuerdo público de Mariano Rajoy y el Presidente del Gobierno ha sido el de acelerar la destrucción de las cajas de ahorros mediante su fusión, proceso del que FARO se ha ocupado varias veces, y que terminará en su entrega a la banca privada) ni de la reducción del derroche autonómico y "cultural". Se anula el "cheque bebé", pero se continúa subvencionando al terrorismo abortista... Suma y sigue. La derecha liberal, ora estúpida, ora traidora, aplaude con poco disimulo dichas medidas: ellos también están a las órdenes de Bruselas y del capitalismo sin rostro.

Estas últimas medidas representan, en suma, un nuevo autogolpe de Estado. Subversión e invasión, saqueo de España y de los españoles, desde Bruselas y desde La Moncloa, con la complacencia de La Zarzuela, que sigue haciendo caja, y la bendición de Washington D.C.

Es necesaria la salida inmediata de España de la Unión Europea y la sustitución del euro por una moneda nacional. Es necesaria la abrogación de la nefasta Constitución de 1978. Y es necesario el fin de la farsa política que nos lleva a la disolución, a la ruina definitiva y a la tercermundización. Es necesario, en suma, que el poder retorne a quien le corresponde: a Don Sixto Enrique de Borbón, nuestra última esperanza.

lunes, 3 de mayo de 2010

Sin la Cruz no podemos


“Non possumus”; de igual modo que los mártires de Abitene, durante la persecución de Diocleciano manifestaron que no podían vivir sin celebrar el Día del Señor (“...quoniam sine dominico non possumus”), nosotros no podemos vivir sin el signo de la Cruz. El Crucifijo es lo que nos mantiene presente el inconmensurable Amor que se inmola una vez y para siempre por nosotros. ¿Acaso no se nos insta en la Liturgia del Viernes Santo a adorar la Cruz en que fue clavado El que es la salvación del mundo: “Ecce lignum Crucis in quo Salus mundi pependit”? Por ello no podemos callar ante la voluntad de los actuales “césares” que quieren arrancar de nuestra vida el Árbol cuyo fruto es la salud, la redención y la apertura del Paraíso.

“Eripe me, Domine, ab homine malo: a viro inicuo liberame.”

Sin la Cruz no podemos encontrar el camino de vuelta a la Casa del Padre. En el alejamiento, en la separación del Padre que el pecado provoca, en el ejercicio del libre albedrío mal entendido, nace el rechazo del amor de Dios como si se tratara de una atadura y no de una Gracia convirtiendo la libertad que se nos da en la gran hipoteca de Dios. Y esa hipoteca ha de ser cancelada mediante el sacrificio de expiación del Hijo de Dios que se entrega libre y voluntariamente a la muerte “... y una muerte de Cruz” para mostrarnos el camino de retorno haciéndose El mismo Camino.

“Christus factus est pro nobis obediens usque ad mortem, mortem autem crucis.”

El hombre, caído, enredado en la trampa, es buscado por el Hijo de Dios como la oveja perdida es buscada y liberada por el pastor. El Buen Pastor no muestra tan sólo el sendero de vuelta a casa a su oveja; la toma sobre sus hombros y la lleva, soportando su peso que le hace inclinar la cabeza, en una clara imagen que recuerda a Cristo clavado en la Cruz, con la cabeza doblada por el peso de nuestros delitos, con los brazos abiertos en signo de acogida y de perdón. Esto y no el terremoto es lo que hace exclamar al Centurión: “Verdaderamente Este era Hijo de Dios”.

“Ubi caritas, et amor, Deus ibi est.”

Al realizar la señal de la cruz, estamos repitiendo aquellas palabras del Centurión; estamos manifestando nuestra convicción y nuestra fe. Estamos gritando que reconocemos ser Dios a Aquel que en su humildad lleva su Amor hasta el extremo, que en su entrega nos arranca de las tinieblas, y que en su Resurrección nos eleva hasta El. Cada vez que volvemos nuestros ojos hacia el Crucifijo vemos posar sobre nosotros la mirada de Dios inmolado que nos invita a seguirle cargando con nuestra cruz con la confianza del hijo que se pone bajo la protección del Padre; con la confianza de la criatura liberada del abismo por su Creador; como quien embraza el escudo protector en el que han de chocar las propias debilidades y los asaltos del maligno. Así Juan refiere el poder salvador de la cruz: “Lo mismo que Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, el Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.” Y Pablo que nada tenía por mayor gloria que la Cruz de Jesucristo: “El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; pero para los que están en vías de salvación es fuerza de Dios.”

Tener presente el Crucifijo nos invita a la contemplación del Misterio; desde niños lo aprendimos cuando nuestra madre nos enseñaba la Señal de la Cruz, cuando con ella nos bendecía trazándola sobre nuestra frente; el Crucifijo, presidiendo nuestras escuelas nos recordaba que por el sufrimiento de Cristo nos viene la salvación.

Hoy, de nuevo, nos lo quieren arrebatar los que niegan la Cruz de Cristo y, quien esto hace niega expresamente la Encarnación, la Muerte y la Resurrección de Nuestro Salvador, y la sangre de los mártires.
“La que en su ardiente heroísmo
la Cruz lleva hasta los Andes,
y va a combatir en Flandes
al fiero protestantismo.
La España que todavía
por Cristo y su Fe batalla,
cuando todo lo avasalla
general apostasía.”

(Siempre singulares, V. Monroy Alaguero en Auras Juevistas)


P. de Beira