sábado, 4 de agosto de 2012

Caciquismo contra Carlismo y Carlismo contra caciquismo. La plaga de los Fabra en el Maestrazgo

Castellón, 31 julio 2012, festividad de San Ignacio de Loyola, confesor. Veinte días después sigue comentándose el exabrupto lanzado en el pleno del Congreso de los Diputados, el pasado día 11 de julio, por la representante del PP Andrea Fabra Fernández. Dicha diputada, como es sabido, gritó «¡Que se j****!» tras anunciar Mariano Rajoy la reducción de las ya miserables prestaciones por desempleo, medida que la señora Fabra aplaudió con entusiasmo. Las explicaciones dadas posteriormente por la diputada (quien se ha negado a dimitir, amparada por su partido), además de no corresponderse con la expresión soez, la vulgaridad y la zafiedad que la señora Fabra ha exhibido, quedan desmentidas por el vídeo del pleno. No dirigía su insulto y su desprecio hacia los diputados socialistas presentes (caso en el cual habría usado la segunda persona del plural, y no la tercera), sino hacia los parados.

http://www.youtube.com/watch?v=7ji9gBZ8CR4&feature=plcp&list=PL4185B91D95659362


El nepotismo es uno de los muchos vicios característicos del sistema liberal, llevados al extremo en el juancarlismo. En el caso de la familia Fabra ejemplifica a la perfección cómo empezó y cómo se perpetuó la selección de los peores para los cargos públicos, y cómo se encarnó en uno de los instrumentos principales de la dominación liberal en España: el caciquismo.

Andrea Fabra está casada con Juan José Güemes Barrios, el que fuera consejero de sanidad deEsperanza Aguirre en la llamada comunidad autónoma de Madrid, famoso por su afición a fotografiarse junto a las máquinas expendedoras de condones que él mismo mandó instalar por todas partes. No es extraño, pues, que Güemes se incorporase al clan Fabra. La historia de éste no empieza con el padre de Andrea, Carlos Fabra Carreras, llamado por algunos «el Stalin de Castellón». Nada menos que seis antepasados directos de Carlos Fabra lo han precedido, bien como presidentes de la Diputación de Castellón desde la creación de ésta por el régimen liberal, bien en cargos y prebendas de importancia similar. El primero de ellos fue su tío-tatarabuelo Victorino Fabra Gil, alias «el Agüelo Pantorrilles». Nacido en Lucena, hijo de unos tejedores, aprovechó sus relaciones con el mundo del contrabando para ejercer de guía de los liberales y, sobre todo, de espía y delator contra la población de la zona, mayoritariamente carlista. Formó en las filas de los sanguinarios terroristas liberales conocidos como Milicia Nacional. Guía y enlace del general y político liberal Leopoldo O'Donnell, Victorino Fabra seguirá incrementando su patrimonio después de la I Guerra Carlista gracias a una sucesión de cargos que el régimen victorioso le proporciona; pero, además, conseguirá estar siempre del lado de las facciones triunfantes en las distintas revoluciones y golpes de estado con que los liberales asolan España durante el siglo XIX. El «Agüelo Pantorrilles» murió en 1893 en su despacho como presidente de la Diputación de Castellón.

Entre «el Agüelo Pantorrilles» y Andrea Fabra, los castellonenses han padecido a los sobrinos de aquél, Hipólito y Victorino Fabra Adelantado; a los hijos de éste, José y Luis Fabra Sanz; al hijo de Luis, Carlos Fabra Andrés; y al hijo de éste y padre de la distinguida Andrea, Carlos Fabra Carreras, «el Stalin de Castellón». Fuese con la Unión Liberal, con el Partido Conservador, con el Partido Liberal Fusionista, con la CEDA, con FET y de las JONS, con la UCD o con el PP; y siempre con sus múltiples negocios, los Fabra han ejercido el control caciquil de la llamada provincia de Castellón, de forma constante durante siglo y medio. Frente a ellos, en su contra y en defensa del Maestrazgo y del Reino de Valencia, durante todo este período sólo se ha alzado constantemente el Carlismo, la Comunión Tradicionalista.

Con semejantes antecedentes no resulta extraño que Carlos Fabra Carreras trate a la provincia de Castellón como su predio particular. El inacabable período que le ha visto como presidente de la diputación provincial (1995-2011) ha presenciado, entre otros abusos, el imparable derroche de dineros públicos y el uso de cargos, designaciones y nombramientos como si de patrimonio familiar se tratase. Nada exclusivo de Castellón, es verdad: el liberalismo, la democracia y el juancarlismo están fundados en la corrupción, son inextricables y necesitan de ella. Pero hay lugares donde esta tragicomedia resulta especialmente llamativa.

La ahora famosa Andrea Fabra Fernández vivía tranquilamente en Madrid con una sinecura de Telefónica (como Iñaki Urdangarín) y sin ocuparse ni preocuparse de los asuntos castellonenses hasta que su padre decidió hacerla senadora por designación territorial (2007) para sorpresa de casi todos. Carlos Fabra Carreras se vio obligado a dimitir el pasado año 2011 debido a los numerosos procesos judiciales en que está encausado (algunos concomitantes con los que implican al mencionadoIñaki Urdangarín y a la esposa de éste, Cristina, hija de Juan Carlos). Simultáneamente renunció a su consejería autonómica en Madrid su yerno, el citado Juan José Güemes, oficialmente para dedicarse a negocios privados.

Además de los abusos de poder, la malversación constante de caudales públicos y el endeudamiento disparatado de las instituciones en pro de proyectos faraónicos, inútiles y costosísimos (como elAeropuerto de Castellón, que aún no ha tenido utilización alguna ni se prevé que la tenga, y que ha costado cerca de doscientos millones de euros, de ellos treinta millones en publicidad y más de trescientos mil en el monumento que Carlos Fabra se ha erigido a sí mismo), el expresidente de la diputación está acusado de numerosos delitos fiscales, cohecho, tráfico de influencias, irregularidades y fraudes varios. Ha recurrido a declarar que le tocó la lotería en nueve ocasiones para justificar incrementos en su capital. Y sigue manejando el PP castellonense y valenciano, bajo la complaciente mirada de un Mariano Rajoy Brey que en 2008 calificó públicamente de «ciudadano ejemplar» al «Stalin de Castellón».

Confiamos en que este breve resumen ayude a comprender el desprecio de Andrea Fabra hacia los parados. Ella, criatura de la privilegiada e inútil casta dominante, nunca ha trabajado, pero tampoco ha estado en paro jamás, ni ha sufrido la más mínima privación. En su declaración de bienes aparecen cuatro planes de pensiones (de 1.000 a 31.000 euros), dos préstamos hipotecarios (uno por valor de 1,2 millones de euros, concedido por Bankia, el conglomerado de antiguas cajas de ahorros destruídas por el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato Figaredo; y otro de 541.000 euros de la entidad catalana La Caixa) y varias propiedades en las zonas más caras de Madrid y Castellón.

Como en 1840, pero peor: la verdadera forma de gobierno en España es la de una administración colonial (en nombre de la Unión Europea y del Nuevo Orden Mundial) cuyo nabab es Su Excelencia el Cacique y sus milicias, los partidos políticos. Encabezados por el PPSOE.


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Desde 1833 en lucha contra la usurpación, el caciquismo, la corrupción, el liberalismo: A los 175 años del Carlismo: una revisión de la tradición política hispánica. En venta en librerías. También en línea: La Librería Católica http://www.lalibreriacatolica.com/
  • AA.VV., A los 175 años del Carlismo: una revisión de la tradición política hispánica. Itinerarios, Madrid 2011. Rústica con solapas, 24 x 17 cm. 584 páginas. ISBN 978-84-936787-7-7. Depósito Legal M-42664-2011. P.V.P. 36,00 euros.



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