Valencia, 9 octubre 2009. Este viernes, el aniversario de la reconquista de Valencia por el Rey Don Jaime I (la primera reconquista de la ciudad la hizo El Cid Campeador en el año 1094) se ha conmemorado un año más en el antiguo Reino de Valencia. Los actos principales tuvieron lugar en la ciudad de Valencia, Cap i Casal de lo Regne. Pese al sofocante calor del mediodía más de cien mil valencianos (en lo que sigue uno de los actos populares más masivos, tras la procesión en mayo de la Mare de Deu dels Desamparats, Patrona del Reino de Valencia y la ofrenda floral con ocasión de las Fallas en honor de San José) han llenado las calles principales de la ciudad, al tiempo que miles de balcones amanecían con la Real Senyera y la bandera de España. El descenso de la Real Senyera tuvo lugar desde el balcón del ayuntamiento, sin inclinarse, con los acordes de la Marcha Real interpretada por la banda de Valencia y tras ella el repicar de campanas de la Catedral. En la comitiva oficial acompañaban a la Real Senyera políticos y autoridades eclesiásticas y militares. A su paso se agitaron miles de banderas valencianas y españolas, con gritos en favor del Reino de Valencia, la Real Senyera y la lengua valenciana. Los políticos, tanto los del PP como del PSOE, han sido objeto un año más de contundentes críticas por la deriva pancatalanista a la que están llevando al antiguo Reino. Tras el paso de la comitiva oficial decenas de miles de valencianos, muchos ataviados con trajes tradicionales, procesionaron tras la Real Senyera, que entró en la Catedral para entonarse un solemne Te Deum. La procesión recorrió la plaza de la Reina, bajó la calle de La Paz, donde a la altura del consulado marroquí muchos valencianos profirieron gritos de "Valencia cristiana, mai musulmana" e "islamistas terroristas" siguió hasta el Parterre, donde se realizaron decenas de ofrendas a los pies de la estatua de Don Jaime y se entonaron nuevamente el himno regional y la Marcha Real. Los actos terminaron nuevamente en la plaza del ayuntamiento con una mascleta. La estatua de Francesc de Vinatea, el más significado juriconsulto del Reino de Valencia también recibió decenas de ofrendas florales. Por la tarde desfilaron collas de moros y cristianos y tuvo lugar una importante corrida de toros.
Provocación nacionalista
El Bloc Nacionalista Valencia anunció este año su presencia en la procesión cívica del 9 de octubre, lo que crispó desde hace días los ánimos de muchos valencianos. El delegado del gobierno, el comunista Ricardo Peralta, desplegó un disparatado despliegue policial para proteger a los nacionalistas. La policía llegó incluso a incautarse arbitrariamente de banderas y proponer multa a sus portadores. Sin embargo eso no amedrentó a los valencianos, que en cuanto detectaron la presencia de los indeseables del Bloc impidieron que se unieran a la procesión cívica realizando una sentada pacífica. Como desagravio a la provocación nacionalista del año pasado en que se desplegó una enorme bandera separatista al paso de la Real Senyera, este año una enorme Real Senyera saludó el paso de la procesión a la altura de la plaza de San Vicente Mártir.
Actos de la tarde
Por la tarde, el Grup d''Accio Valencianista convocó un acto cultural y festivo en la plaza del Parterre. Con ello se evitó la presencia de indeseables nacionalistas a los pies de la estatua de Don Jaime, como venía siendo habitual. Albaes y canciones tradicionales valencianas, dolçainas y tabalets crearon un bellísimo ambiente de valencianidad en una plaza usurpada otros años por los enemigos del Reino de Valencia y de España. Don Pascual Martín-Villalba, segundo presidente del GAV --con la autorización de Don Sixto Enrique de Borbón, que estampó su Real firma sobre su carnet del GAV, como suele recordar-- presente en los actos recibió un sentido homenaje de los presentes. Paralelamente tenia lugar una manifestación nacionalista, que apenas reunió a 500 personas, muchas venidas en autobuses desde Cataluña. Pese a los desperfectos causados en el mobiliario urbano, pintadas en edificios particulares, insultos y amenazas de muerte a los valencianos que reprochaban la presencia de los indeseables, la policía no actuó contra los provocadores nacionalistas, que sin embargo sintieron el rechazo radical del pueblo valenciano.
Presencia carlista
Durante la mañana un grupo de jóvenes carlistas de diversas partes del Reino acompañaron a la Real Senyera en la procesión, portando banderas con la Cruz de Borgoña, saludada con enorme simpatía por el pueblo valenciano. Invitados por los organizadores de los actos del Parterre, también estuvieron presentes en el acto valencianista de la tarde. Se repartió abundante propaganda carlista y se fijaron pegatinas por todo el centro histórico. El día anterior, 8 de octubre, los carlistas acudieron a la exposición "Els Furs. La identitat d'un poble" en el Palacio de la Almoina. Una exposición bastante interesante sobre el derecho tradicional valenciano, aunque no exenta de errores debidos a la mentalidad liberal, autonomista y constitucionalista con la que se afronta el hecho foral.
Provocación nacionalista
El Bloc Nacionalista Valencia anunció este año su presencia en la procesión cívica del 9 de octubre, lo que crispó desde hace días los ánimos de muchos valencianos. El delegado del gobierno, el comunista Ricardo Peralta, desplegó un disparatado despliegue policial para proteger a los nacionalistas. La policía llegó incluso a incautarse arbitrariamente de banderas y proponer multa a sus portadores. Sin embargo eso no amedrentó a los valencianos, que en cuanto detectaron la presencia de los indeseables del Bloc impidieron que se unieran a la procesión cívica realizando una sentada pacífica. Como desagravio a la provocación nacionalista del año pasado en que se desplegó una enorme bandera separatista al paso de la Real Senyera, este año una enorme Real Senyera saludó el paso de la procesión a la altura de la plaza de San Vicente Mártir.
Actos de la tarde
Por la tarde, el Grup d''Accio Valencianista convocó un acto cultural y festivo en la plaza del Parterre. Con ello se evitó la presencia de indeseables nacionalistas a los pies de la estatua de Don Jaime, como venía siendo habitual. Albaes y canciones tradicionales valencianas, dolçainas y tabalets crearon un bellísimo ambiente de valencianidad en una plaza usurpada otros años por los enemigos del Reino de Valencia y de España. Don Pascual Martín-Villalba, segundo presidente del GAV --con la autorización de Don Sixto Enrique de Borbón, que estampó su Real firma sobre su carnet del GAV, como suele recordar-- presente en los actos recibió un sentido homenaje de los presentes. Paralelamente tenia lugar una manifestación nacionalista, que apenas reunió a 500 personas, muchas venidas en autobuses desde Cataluña. Pese a los desperfectos causados en el mobiliario urbano, pintadas en edificios particulares, insultos y amenazas de muerte a los valencianos que reprochaban la presencia de los indeseables, la policía no actuó contra los provocadores nacionalistas, que sin embargo sintieron el rechazo radical del pueblo valenciano.
Presencia carlista
Durante la mañana un grupo de jóvenes carlistas de diversas partes del Reino acompañaron a la Real Senyera en la procesión, portando banderas con la Cruz de Borgoña, saludada con enorme simpatía por el pueblo valenciano. Invitados por los organizadores de los actos del Parterre, también estuvieron presentes en el acto valencianista de la tarde. Se repartió abundante propaganda carlista y se fijaron pegatinas por todo el centro histórico. El día anterior, 8 de octubre, los carlistas acudieron a la exposición "Els Furs. La identitat d'un poble" en el Palacio de la Almoina. Una exposición bastante interesante sobre el derecho tradicional valenciano, aunque no exenta de errores debidos a la mentalidad liberal, autonomista y constitucionalista con la que se afronta el hecho foral.
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