La ministro de cuota, Carmen Chacón, en el acto manipulado por el nacionalismo del onze de setembre en Barcelona, con los andaluces renegados del PSC.
Coincidiendo con el anuncio del gobierno español de desamparar a los atuneros españoles que pescan en aguas del Índico (unos caladeros en los que los pescadores españoles faenan desde hace cientos de años) ha sido atacado y secuestrado el atunero “Alakrana”, con base en el puerto vizcaíno de Bermeo. Los ataques e intentos de secuestro a embarcaciones españolas se cuentan por cientos, no solo a barcos pesqueros, sino también a mercantes, expediciones oceanográficas o a instituciones caritativas. La actuación del Gobierno de ocupación de España ha sido como siempre torpe y cobarde, asumiendo las exigencias de los criminales (algo de lo que este gobierno sabe mucho por su claudicación ante la banda criminal separatista y de extrema izquierda ETA). Este gobierno de títeres ni siquiera es capaz de poner orden interno y permite el chuleo de algunos barcos españoles que izan ilegalmente el trapo sabiniano, la ikurriña, como si representase algún pabellón. No obstante el PNV, uno de los partidos que más ha trabajado contra las Fuerzas Armadas, ahora exige que vayan infantes de marina --recordemos que la Infantería de Marina española, creada en 1537, es la más antigua y ha sido la más gloriosa del mundo-- a bordo de los barcos españoles, recogiendo el clamor de todos los puertos españoles (especialmente los vascongados) y como ya hacen otros países.
Es conveniente analizar algunas claves del conflicto. En primer lugar “Somalia” es uno de los llamados “Estados-fallidos” consecuencia de la enorme tragedia que fue el proceso de descolonización amparado por la ONU. Tragedia que sufrieron tanto las potencias occidentales (recordemos la masacre de franceses y españoles en Argelia y las gestiones que el Carlismo hizo por los patriotas que luchaban contra el islamista FLN, nombrando Don Javier al General Salan “Requeté de Honor”), como los pueblos a los que la ONU dotaba precipitadamente de Estado. Somalia precisamente ha sufrido algunos de los episodios más inhumanos de la descolonización, con enormes hambrunas de magnitud desconocida antes de la descolonización y salvajes guerras entre clanes por el dominio del Estado. Siempre con el común denominador de la presencia del mahometanismo más radical y un particular odio al cristianismo. El antiguo Reino de Aksum (que se extendía por parte de las actuales Somalía y Etiopía) fue uno de los primeros reinos en adoptar oficialmente el cristianismo, aunque el Evangelio entró muchos años antes en la región. En Etiopía, pese a lo lamentable de los cismas y las herejías que han roto la unidad de la Iglesia, aún se conservan algunos signos de lo que fue uno de los primeros reinos cristianos, representado por el gobierno del Negus Nagast. De ahí deriva la particular animadversión de los gobiernos somalíes a la vecina Etiopía. En este clima de devastación islamista la economía se encuentra permanentemente hundida y se alienta la piratería contra los que consideran “infieles”, armados en su mayoria por el grupo terrorista al-Shabab. Asimismo, como señalara el diario británico The Independent el pasado abril una parte significativa del dinero de los rescates se ha blanqueado mediante cuentas bancarias en los Emiratos Árabes y otros puntos de Oriente Próximo, llegando parte del mismo a militantes islamistas.
En el ámbito diplomático el pasado 31 de julio el gobierno títere de ocupación anunciaba el aumento de la ayuda a Somalía en 1,3 millones de euros, al tiempo que paralelamente se establecía un recorte del presupuesto del Ministerio de Defensa para el año 2010. Recorte del 6´2%, el mayor proporcionalmente de la historia para uno de los ministerios más castigados por la falta de recursos y de capacidad operativa. La improvisación e ineptitud con que este gobierno acomete cualquier acción es de órdago. El envío de ayuda a Somalia es un regalo al Gobierno Transicional de Somalia, un órgano controlado por el integrismo islámico que pretende perpetuar la tiranía sunni en el cuerno de África mediante la persecución brutal a los cristianos y el intento continuo de invadir Etiopía.
El gobierno más débil de la historia arrodilla a España ante las pretensiones de unos bandidos tercermundistas. Como señaló el despacho de FARO de 16 de septiembre de 2009:
Coincidiendo con el anuncio del gobierno español de desamparar a los atuneros españoles que pescan en aguas del Índico (unos caladeros en los que los pescadores españoles faenan desde hace cientos de años) ha sido atacado y secuestrado el atunero “Alakrana”, con base en el puerto vizcaíno de Bermeo. Los ataques e intentos de secuestro a embarcaciones españolas se cuentan por cientos, no solo a barcos pesqueros, sino también a mercantes, expediciones oceanográficas o a instituciones caritativas. La actuación del Gobierno de ocupación de España ha sido como siempre torpe y cobarde, asumiendo las exigencias de los criminales (algo de lo que este gobierno sabe mucho por su claudicación ante la banda criminal separatista y de extrema izquierda ETA). Este gobierno de títeres ni siquiera es capaz de poner orden interno y permite el chuleo de algunos barcos españoles que izan ilegalmente el trapo sabiniano, la ikurriña, como si representase algún pabellón. No obstante el PNV, uno de los partidos que más ha trabajado contra las Fuerzas Armadas, ahora exige que vayan infantes de marina --recordemos que la Infantería de Marina española, creada en 1537, es la más antigua y ha sido la más gloriosa del mundo-- a bordo de los barcos españoles, recogiendo el clamor de todos los puertos españoles (especialmente los vascongados) y como ya hacen otros países.
Es conveniente analizar algunas claves del conflicto. En primer lugar “Somalia” es uno de los llamados “Estados-fallidos” consecuencia de la enorme tragedia que fue el proceso de descolonización amparado por la ONU. Tragedia que sufrieron tanto las potencias occidentales (recordemos la masacre de franceses y españoles en Argelia y las gestiones que el Carlismo hizo por los patriotas que luchaban contra el islamista FLN, nombrando Don Javier al General Salan “Requeté de Honor”), como los pueblos a los que la ONU dotaba precipitadamente de Estado. Somalia precisamente ha sufrido algunos de los episodios más inhumanos de la descolonización, con enormes hambrunas de magnitud desconocida antes de la descolonización y salvajes guerras entre clanes por el dominio del Estado. Siempre con el común denominador de la presencia del mahometanismo más radical y un particular odio al cristianismo. El antiguo Reino de Aksum (que se extendía por parte de las actuales Somalía y Etiopía) fue uno de los primeros reinos en adoptar oficialmente el cristianismo, aunque el Evangelio entró muchos años antes en la región. En Etiopía, pese a lo lamentable de los cismas y las herejías que han roto la unidad de la Iglesia, aún se conservan algunos signos de lo que fue uno de los primeros reinos cristianos, representado por el gobierno del Negus Nagast. De ahí deriva la particular animadversión de los gobiernos somalíes a la vecina Etiopía. En este clima de devastación islamista la economía se encuentra permanentemente hundida y se alienta la piratería contra los que consideran “infieles”, armados en su mayoria por el grupo terrorista al-Shabab. Asimismo, como señalara el diario británico The Independent el pasado abril una parte significativa del dinero de los rescates se ha blanqueado mediante cuentas bancarias en los Emiratos Árabes y otros puntos de Oriente Próximo, llegando parte del mismo a militantes islamistas.
¿Qué hace el gobierno (de ocupación) de España en este escenario? Después del secuestro del "Playa de Bakio" el gobierno pagó el rescate a los piratas (el resto de potencias, como Rusia, o han recuperado a los rehenes por la fuerza o si pagaron fue en el marco de una estrategia más amplia para localizar y perseguir a los piratas). Además con el agravante de que esta embarcación izaba ilegalmente el trapo sabiniano. Tras este secuestro la pacifista ministro de cuota Chacón lanzó la idea de que España comandaría la flota internacional. Pese a la campaña mediática España no comandó nada, siendo un país más en la zona, carente de medios efectivos. Por otro lado la flota internacional solo ha tenido resultados relativos. Las fragatas y destructores no están pensados para librar una guerrilla naval contra lanchas y barcos ligeros. Comparativamente ha sido mucho más efectiva la flotilla desplegada por Rusia.
Una vez acabada el gobierno se desentiende por completo de la suerte de los pescadores españoles (mientras mantenemos grandes operativos y arriesgamos la vida de soldados españoles al servicio de la geoestrategia anglosionista en Afganistán) y les insta a que “contraten seguridad privada”. Lo que a priori podría ser una solución factible ante la pretensión del gobierno de ocupación de impedir actuar a la Armada y el recorte de medios a la que continuamente la somete --y en cierto modo acorde con el principio de subsidiariedad— se enfrenta a las tremendas limitaciones y contradicciones legales que el mismo gobierno establece, pues no autoriza a la seguridad privada a portar armas largas rayadas a bordo de los barcos. Además el anuncio se hace sin la premura suficiente, casi cuando está acabando la campaña del atún, para establecer un operativo efectivo.
Una vez acabada el gobierno se desentiende por completo de la suerte de los pescadores españoles (mientras mantenemos grandes operativos y arriesgamos la vida de soldados españoles al servicio de la geoestrategia anglosionista en Afganistán) y les insta a que “contraten seguridad privada”. Lo que a priori podría ser una solución factible ante la pretensión del gobierno de ocupación de impedir actuar a la Armada y el recorte de medios a la que continuamente la somete --y en cierto modo acorde con el principio de subsidiariedad— se enfrenta a las tremendas limitaciones y contradicciones legales que el mismo gobierno establece, pues no autoriza a la seguridad privada a portar armas largas rayadas a bordo de los barcos. Además el anuncio se hace sin la premura suficiente, casi cuando está acabando la campaña del atún, para establecer un operativo efectivo.
En el ámbito diplomático el pasado 31 de julio el gobierno títere de ocupación anunciaba el aumento de la ayuda a Somalía en 1,3 millones de euros, al tiempo que paralelamente se establecía un recorte del presupuesto del Ministerio de Defensa para el año 2010. Recorte del 6´2%, el mayor proporcionalmente de la historia para uno de los ministerios más castigados por la falta de recursos y de capacidad operativa. La improvisación e ineptitud con que este gobierno acomete cualquier acción es de órdago. El envío de ayuda a Somalia es un regalo al Gobierno Transicional de Somalia, un órgano controlado por el integrismo islámico que pretende perpetuar la tiranía sunni en el cuerno de África mediante la persecución brutal a los cristianos y el intento continuo de invadir Etiopía.
El gobierno más débil de la historia arrodilla a España ante las pretensiones de unos bandidos tercermundistas. Como señaló el despacho de FARO de 16 de septiembre de 2009:
- Sería difícil hacer más burla de las Fuerzas Armadas y de los españoles que pagan los abusivos impuestos del régimen imperante. Sería difícil dejar más claro que el Gobierno (de ocupación) de España no defiende los intereses de la nación ni las vidas de sus súbditos, a los que insultantemente llama "ciudadanos".
- Pero, ya que así lo ponen, desde FARO lanzamos una propuesta: recuperar las patentes de corso, para que barcos privados se armen y combatan a los piratas. Como dichas patentes solía darlas el soberano legítimo, sugerimos que, si el Gobierno (de ocupación) no lo hace, las otorgue desde el exilio S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón.
- (Mientras tanto, las tropas españolas siguen teniendo que repeler ataques cada vez más feroces en Afganistán, donde han sido obligadas a custodiar las elecciones organizadas por el integrista mahometano Karzai, elecciones que la propia Unión Europea acaba de reconocer fraudulentas. El Gobierno sigue sin reconocer que se trate de una misión de guerra).
Addenda: Días después de escribir estas líneas, el 7 de octubre de 2009, un nuevo soldado español ha muerto en Afganistan. Se trata del Cabo Cristo Ancor Cabello Santana, natural de Las Palmas de Gran Canaria, del Regimiento de Infantería Soria Nº 9, que murió a consecuencia de las heridas sufridas al tocar su vehículo, que formaba parte de una patrulla del contingente español, un artefacto explosivo cerca de Herat. Otros cinco militares españoles han resultado heridos. Rogamos oraciones por su eterno descanso. Con él ya son 83 los soldados españoles muertos en la absurda misión en Afganistan.
1 comentario:
¡Viva el Rey!
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