miércoles, 25 de agosto de 2010

XL del primer atentado contra El Pensamiento Navarro


El pasado 23 de agosto se cumplieron cuarenta años del primer atentado contra El Pensamiento Navarro. Dicho atentado fue una cruel represalia frente a los la casi unánime decisión de cese de su antiguo director, Javier María Pascual. El Pensamiento Navarro fue el único periódico carlista de toda España (existían más de cien cabeceras netamente carlistas) que no fue robado por las autoridades franquistas en base al llamado "decreto de unificación". Se salvó in extremis mediante la constitución de "Editorial Navarra S.A.", una sociedad bajo la que se parapetó la Comunión Tradicionalista, dando participaciones a los dirigentes más destacados del carlismo navarro, que no se consideraban propiamente titulares de las mismas, sino fideicomisarios a las órdenes de lo que dispusiera la Comunión Tradicionalista. Por lo que el verdadero dueño del diario era el pueblo carlista.
Hasta finales de 1968 Carlos Hugo continuó presentándose ante los españoles como "el Príncipe de la Cruzada", y por ello gozó de enormes simpatías populares que el franquismo desoyó con la imposición de la restauración de la monarquía liberal. A partir de la designación de Juan Carlos y aprovechando la nueva pastoral del Concilio Vaticano II Carlos Hugo traiciona todo lo que venía manteniendo con la excusa de atender "a los cambios sociológicos", apostando por un "carlismo" de izquierdas y cercano a los nacionalismos separatistas. Jóvenes izquierdistas sin vinculación alguna anterior con el carlismo empiezan a partir de entonces a infiltrarse en el mismo, en un intento de canalizar la oposición del carlismo a Franco por vías distintas y distantes a las que de acuerdo con la doctrina tradicionalista se venia haciendo. Clérigos nefastos y modernistas, como Arturo Juncosa, embravecidos por los vientos del postconcilio empiezan a sembrar la confusión. En Navarra la nueva estrategia de Carlos Hugo y de los izquierdistas de quien se habia rodeado pasaba obviamente por el control de El Pensamiento Navarro, que durante mucho tiempo fue el diario más leído en el Viejo Reyno y con miles de suscriptores en el resto de España. Fundado en 1897 (como sucesor de La Lealtad Navarra), fue su primer director Eusebio Echave-Sustaeta. Sufrió en su larga historia (fue el más longevo de todos los periódicos y publicaciones carlistas) la persecución y prohibición de los gobiernos liberales, primorriveristas, republicanos y franquistas. El periódico fue todo un símbolo, no sólo del carlismo navarro, sino de toda la Comunión Tradicionalista, siendo un periódico fuertemente navarrista pero con una indudable proyección hispánica. En la preparación de la insurrección contra la II República a El Pensamiento Navarro concederá Fal Conde un papel esencial, y al tiempo que se preparaba el armamento para los requetés y su instrucción militar el propio Fal Conde se encarga de disponer para El Pensamiento Navarro de la última tecnologia procedente de Alemania, haciendo de El Pensamiento Navarro uno de los periódicos mejor editados de España. La inversión de Fal Conde no era en saco roto, pues la firmeza de la línea editorial del director Francisco López Sanz marcó con una lograda prosa --hoy inimaginable en ámbitos periodísticos-- el crecimiento y la moral de victoria del Requeté en Navarra, del que fue su portavoz oficial. Precisamente Francisco López Sanz será sustituido por en 1966 Javier María Pascual, hombre de Carlos Hugo con un perfil en teoría más "profesional" y no tan marcadamente político. Con la excusa de "profesionalizar" el diario para que pudiese competir con los de información generalista se comenzaron a introducir cambios pequeños y paulatinos en la línea editorial, alentados con los nuevos cambios eclesiales. Esta situación se hizo insostenible y el consejo de administración, que representaba al pueblo carlista, decidió casi unánimente (sólo se opuso, ante las presiones de Carlos Hugo, un miembro del consejo: Luis Martínez Erro) el cese de Javier María Pascual.
Los seguidores de Carlos Hugo, incrustados ya de lleno en toda la demagogia marxistizante no tardaron en responder de acuerdo con su ideología: con el terrorismo.

Juan Félix Eriz, industrial de Elorrio ya fallecido, relata en su libro Yo he sido mediador de ETA, la forma en que los huguistas (corriente en la que militaba) prepararon aquel atentado. Eriz afirma que la idea de colocar una bomba en El Pensamiento Navarro surgió en el Colegio Mayor Belagua, donde los miembros del GAC se reunían aprovechando la circunstancia de que uno de ellos era miembro del Opus Dei. (Curioso el empeño de muchos pseudointelectuales de la prelatura por ir contra el tradicionalismo al tiempo que dentro de la misma había marxistas terroristas).

El 23 de agosto, cinco miembros de los llamados "Grupos de Acción Carlista" penetraron en el periódico armados con pistolas, encerraron a los empleados en un cuarto y colocaron la bomba. "El impacto fue tremendo -escribe Juan Félix Eriz-. Afortunadamente y tal como se había previsto, la explosión sólo afectó a la maquinaria y en especial a la rotativa".

Pese a no causar víctimas mortales el impacto psicológico y físico para los trabajadores secuestrados fue enorme. Muchos no volvieron a trabajar nunca más. Los culpables de estos hechos nunca fueron detenidos. Sin embargo pese a los cuantiosos daños materiales que tanto dañaron económicamente al periódico el atentado no sirvió para desmoralizar al consejo de redacción, que mantuvo inalterable su línea sin ceder al chantaje de los criminales. En 1972 sufrió un nuevo atentado con bomba que afectó a la máquina rotativa, retrasando la aparición del diario. Recientemente la banda terrorista de izquierdas y nacionalista ETA se atribuyó en un boletín interno el atentado contra El Pensamiento Navarro de 1970, lo que pone de manifiesto las intimas y estrechas vinculaciones entre el huguismo y el terrorismo etarra, que se empezaba a hacer presente en Montejurra hasta el año 1976.

No será el atentado contra El Pensamiento Navarro la única acción armada de los terroristas mal llamados "Grupos de Acción Carlista", atentando principalmente contra personas y medios carlistas, como Radio Requeté de Pamplona y prestándo ayuda y cobertura a ETA y a otros grupos terroristas, como el "Movimiento Ibérico de Liberación", de tendencia anarquista, comandado por el tristemente célebre criminal Salvador Puig Antich. También se formarán por los huguistas unas llamadas "Fuerzas Armadas Revolucionarias Carlistas" (FARC), cuyo acrónimo coincide expresamente con el de la guerrilla narcoterrorista colombiana.

El Pensamiento Navarro pese al acoso y las presiones seguirá saliendo, con su ejemplar director Juan Indave Nuin al frente. Desde allí se librarán importantísimas batallas doctrinales, sobre todo desde la tercera del diario, en contra de la Constitución atea y antiespañola en curso y en defensa de Navarra frente al intento de hacerla desaparecer en un "Euzkadi" artificial y de inspiración sabiniana. Por ello seguirá en el punto de mira de la mafia terrorista ETA. Destacadas familias carlistas de Navarra, especialmente los Baleztena, sufrirán el calvario del acoso y persecución de la mafia etarra y proetarra, que continúa hasta nuestros días, por su gallarda oposición al despotismo de Carlos Hugo y sus secuaces en el intento de robo de El Pensamiento Navarro y de expolio de todo el patrimonio carlista. El empresario Jiménez Fuentes, uno de los principales anunciantes del periódico sufrió un intento de secuestro, por lo que tuvo que abandonar Navarra con su familia; meses después sus oficinas fueron destruidas por un potente artefacto, que costó la vida a un policía cuando intentaba desactivarlo, en Pamplona. En 1982 ETA asesinaba al carlista pamplonés, suscriptor durante toda la vida de El Pensamiento Navarro Alberto Toca Echeverría. Su hermano, el también carlista Ignacio tuvo que abandonar Navarra por amenazas a finales de los setenta, sufriendo un infarto al poco tiempo de su marcha por la presión a que se vió sometido. También el jefe de las Juventudes Tradicionalistas del Señorío de Vizcaya José María Arrizabalaga Arcocha fue un destacado suscriptor y difusor del periódico; así como otros carlistas de Vascongadas asesinados aquellos años por ETA. También en la trinchera religiosa no se claudicará, pese a los cambios eclesiásticos (los nefastos años del nacionalista vasco Cirarda en la archidiócesis de Pamplona y diócesis de Tudela). En El Pensamiento Navarro escribían las plumas más destacadas de la Tradición Española y otras afines, por lo que se convertía en un periódico de referencia en toda España. Allí estaban las firmas de Francisco López-Sanz (que había sido director de 1933 a 1966), Rafael Gambra, Jesús Evaristo Casariego, Raimundo Aldea Eguilaz, Casilda Elizalde, Ignacio de Orbe Tuero (barón de Montevilla), Juan Sáenz Díez, Nemesio Cortes Izal, José María Codón, el canónigo y ex rector del Seminario de Pamplona don Carmelo Velasco, Miguel Ayuso Torres, Carlos Etayo Elizondo, Manuel Ángel Vieitez Pérez, Francisco Guinea Gauna, Fco. Sánchez de Muniain Gil, Andrés y José Miguel Gambra, Serafín Argaiz Santelices, Alberto Ruiz de Galarreta (con sus diversos pseudónimos), Anselmo Ruiz, el Capitán de Navío Camilo Menéndez Vives, Federico Cantero Núñez, don José Ricart Torrens, Pascual Molins, Guillermo de Padura, Javier Nagore, Eulogio Ramírez, don Luis Madrid Corcuera, Andrés Caso-Sanz, Ramón Salas Larrazábal, Stanley G. Payne, Javier Morte, etc. Sin embargo el formato de diario se vió sobrepasado por el cambio operado en los hábitos periodísticos de los españoles, interesados más en la información generalista y deportiva frente a los periódicos con una línea doctrinal muy marcada. Además el boicot de la publicidad institucional fue prácticamente total, al igual que se hizo contra el periódico de la Confederación de Ex-Combatientes, fundado por los requetés que defendieron el Alcazar de Toledo, El Alcazar. En este contexto fue imposible competir contra los grandes grupos periodísticos, apoyados por capital público y financiero que tanto han empobrecido a la prensa en España desde la llamada transición. El 13 de enero de 1981 aparece el último número de El Pensamiento Navarro. Con la intención de continuar la senda doctrinal marcada por El Pensamiento Navarro en el ámbito religioso nace en 1982 Siempre P´alante, como semanario navarro católico (después pasará a ser quincenal, con el doble de páginas) que se sigue publicando de manera ininterrumpida hasta hoy, siendo uno de los máximos defensores (pese a la distinta factura de algunas de sus colaboraciones) de la Unidad Católica de España.

El 13 de enero de 1981, el número 27.276 de El Pensamiento Navarro seria el último en ver la luz. En un contexto según recogia el periódico aquel día: "demoliberal, con consenso marxistoide y separatista". Con un artículo bajo la rúbrica "Volveré.... con mis principios, si España es salvable (Carlos VII)" el carlista asturiano J. E. Casariego señala ."Denunciar y combatir el error y señalar la verdad es misión nobilísima, clarividente, salvadora, propia de espíritus dignos e íntegros. Tal fue la visión de El Pensamiento Navarro, que llega a esta hora con el orgullo, la satisfacción y la alegría del deber cumplido". El consejo de administración de "Editorial Navarra S.A." escibiría por su parte en un artículo titulado "La tradición, alma de la vida nacional": "No nos duelen prendas. Repetimos aquí que gracias al carlismo tradicionalista (antes era imposible separar tales conceptos), ironizado por muchos, gracias a él fue posible por algunos, odiado por muchos, gracias a él, fue posible que españoles y navarros no cayeran en el marxisno antirreligioso, antipatriótico y antiforal, antimonárquico. Si hoy otros 'gárrulos sofistas' -demócratas totalitarios, neoliberales y marxistas, reunidos- han empobrecido, mermado y desolado a un pueblo al que encaminan a un rápido suicidio, nosotros, los tradicionalistas, no tenemos la culpa".

El espíritu y la lucha de El Pensamiento Navarro, contra el que no pudieron las bombas ni las amenazas marxistas y separatistas, sigue en la Comunión Tradicionalista.

sábado, 21 de agosto de 2010

Carlos Hugo ante el reto de la historia.

Carlos Hugo (de Borbón Parma) nació en el exilio en París el 8 de abril de 1930, segundo de los hijos y primero de los varones de Don Francisco Javier de Borbón y Braganza y de su esposa Doña Magdalena de Borbón Busset. Don Javier, su padre, se convirtió en jefe de la Junta Suprema Carlista de Guerra en 1936 y pocos meses después en Príncipe Regente, a la muerte del Rey Don Alfonso Carlos. La conspiración, el Alzamiento Nacional, la guerra, nuevamente el exilio y en éste su captura por los nacionalsocialistas alemanes y su internamiento en campos de concentración --sería liberado del de Prax, con la salud quebrantada, en mayo de 1945-- no permitieron a Don Javier ocuparse personalmente de la educación de su primogénito; de lo cual habría de lamentarse años más tarde.

Tras un período de apartamiento de la Familia Real y de la Causa carlista, el entonces Príncipe de Asturias, Don Carlos Hugo, retornó a las mismas en 1956, y en mayo 1957 fue presentado en el anual acto de Montejurra por don Rafael Gambra Ciudad (quien años más tarde se convertiría en Jefe de la Secretaría Política de Don Sixto Enrique, hermano de Carlos Hugo y actual Abanderado del Carlismo).

Los años que siguieron fueron de entusiasmo y de fortalecimiento del Carlismo, de la Comunión Tradicionalista, que salió con fuerza de la semiclandestinidad en que vivía desde 1937. Don Carlos Hugo, de personalidad atractiva y aparentemente entregado a la Causa, ganaba apoyos por todas partes. Muchos pensaron que el General Franco se vería obligado a reconocerlo como su sucesor, ya que había rechazado a su padre, Don Javier (legítimo Rey de las Españas desde 1952). Esta creencia marca la primera de las desviaciones de la ortodoxia carlista promovidas por Carlos Hugo: el colaboracionismo franquista, que gradualmente se fue intentando imponer a los carlistas.

El 29 de abril de 1964, en las Basílica de Santa María la Mayor de Roma, Carlos Hugo casó con la Princesa Irene de Lippe-Biesterfield, hija de la Reina Juliana de Holanda. De este matrimonio nacieron cuatro hijos: Carlos Javier (1970), los gemelos Margarita y Jaime (1972) y María Carolina (1974).

La década de mil novecientos sesenta trajo la gran tragedia para la Cristiandad que supuso el Concilio Vaticano II, especialmente grave para una causa estrictamente católica como el Carlismo. Amparados en la confusión de aquellos momentos, Carlos Hugo y el equipo que se formó alrededor --en el cual el papel de ideóloga quedó en manos de su hermana la ex Infanta María Teresa, convertida al marxismo más radical, y el de asesor "espiritual" en las del jesuita ultramodernista Arturo Juncosa-- pasó rápidamente del tradicionalismo al franquismo con ribetes demócrata-cristianos, y de éstos a un extraño "socialismo autogestionario". Apartando a quienes habían sido colaboradores y hombres de confianza de su padre el Rey Don Javier, y aprovechando la cada vez más delicada salud de éste, intentó cambiar por completo al Carlismo, poniéndolo al servicio de ideologías y de caprichos diametralmente opuestos a los principios que dicha Causa venía sosteniendo ininterrumpidamente desde 1833.

Para cuando se produjo la ruptura definitiva, en 1975, se había pasado de cientos de miles de militantes entusiastas a unos pocos miles, divididos entre quienes, engañados, creían permanecer fieles a la Dinastía intentando seguir los constantes cambios de Carlos Hugo, y quienes de verdad permanecieron fieles al viejo lema de Dios, Patria, Fueros y Rey legítimo. En 1976 Carlos Hugo provocó graves incidentes en el acto anual de Montejurra, al invitar a toda la extrema izquierda de la llamada Transición, terroristas incluidos. El 7 de mayo de 1977 murió el Rey Don Javier, cuyos últimos meses fueron amargados por el maltrato moral y hasta físico que sufrió a manos de su hijo Carlos Hugo y las hermanas solteras de éste, María Teresa, María de las Nieves y Cecilia, convertidas en sus cómplices. La Reina viuda, Doña Magdalena, denunció todo esto, y su condena llegó hasta a prohibir la presencia en su propio velatorio y funeral, en 1984, de otros hijos que no fueran Doña Francisca y Don Sixto Enrique.

Mientras tanto, Carlos Hugo, erigido en "presidente" del sospechosamente legalizado y mal llamado "Partido Carlista", ya completamente escindido de la Comunión Tradicionalista Carlista, recibió un vergonzoso otorgamiento de la nacionalidad española legal por parte del Usurpador Juan Carlos, con quien se reunió en numerosas ocasiones, y se presentó a las elecciones generales de 1979, en las que obtuvo resultados insignificantes. En 1980 abandonó sin más explicación el "Partido Carlista" que había creado, dejando considerables deudas a quienes quedaban. Poco después se separó de él su esposa, la Princesa Doña Irene. Hoy prácticamente ha desaparecido aquel "Partido Carlista", cuyos escasos miembros se caracterizaron por detestar a Carlos Hugo, después de su defección, más aún que los verdaderos carlistas.

Tras residir en varios países, Carlos Hugo fijó en Bruselas su residencia habitual. En el año 2002 añadió a su larga lista de felonías la de entregar al Gobierno liberal de Madrid el archivo del Rey Don Alfonso Carlos que se conservaba en Puchheim (Austria), incrementado con el que la ex Infanta Cecilia custodiaba en París. Antes y después reiteró en numerosas ocasiones su reconocimiento de Juan Carlos como "rey", y llegó a enviar a hijos suyos a actos de la familia del actual Jefe de Estado.

Ayer ha muerto Carlos Hugo en la barcelonesa Clínica Quirón, la misma a la que al parecer acude con frecuencia el propio Juan Carlos. La corte holandesa se ha hecho cargo de las exequias, que resultan algo extrañas: indignamente dejado primero el cadáver en el Tanatorio San Gervasi, se anuncia su posterior traslado a La Haya, para luego ser llevado a Parma y sepultado en la cripta de la iglesia de la Stecatta. Es necesario recordar que Carlos Hugo nunca llegó a ser legítimo Duque de Parma, y que desde 1975 no ostentaba legítimamente título alguno, por rebeldía contra su Rey y padre y por rechazar los principios fundamentales de la legitimidad española.

El Carlismo, la Comunión Tradicionalista, sigue su historia, bajo el mando de Don Sixto Enrique de Borbón. Que Dios, en su infinita misericordia, se haya apiadado de Carlos Hugo y consuele y guíe a sus hijos. Requiescat in pace.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Ante la muerte de Carlos Hugo de Borbón Parma


Nota de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón


ANTE LA MUERTE DE CARLOS HUGO DE BORBÓN PARMA


Ha fallecido don Carlos Hugo de Borbón Parma. No es este el momento de recordar su nefanda defección, de tan trágicas consecuencias para la Causa de la legitimidad española. Que Dios misericordioso le haya perdonado.

S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón se encuentra naturalmente afectado por la muerte de su hermano Carlos Hugo, y ruega oraciones por su eterno descanso.

Don Sixto Enrique, Regente desde el fallecimiento de su padre el Rey Don Javier, ante la situación tan anómala y dolorosa que don Carlos Hugo creó, se condujo en todo momento con la prudencia pero también con la fortaleza que el caso requería. En diversas ocasiones, públicas unas, reservadas otras, ha recordado no sólo los fundamentos doctrinales del Carlismo, sino también los deberes de los miembros de la Dinastía. En particular, en una carta firmada en Trieste el 18 de julio de 2009, centenario de la muerte del Rey Carlos VII, requirió personalmente a sus sobrinos Don Carlos Javier y Don Jaime, hijos del finado, que declarasen si asumían los principios intangibles de la legitimidad española (recogidos en el Real Decreto promulgado por Don Alfonso Carlos el 23 de enero de 1936), u optaban por seguir los pasos de su padre.

En ese requerimiento, redactado con delicadeza y comprensión ante la dificultad que siempre supone desautorizar a un padre, les ofrecía que asumieran la plenitud de los derechos y obligaciones de la Dinastía Legítima, tras un período transitorio de formación bajo la supervisión de su tío. No es buena señal el silencio que ha seguido a tal comunicación, como tampoco lo es el matrimonio desigual anunciado por Don Carlos Javier, pues inhabilita a sus posibles descendientes para suceder en la Corona (Pragmática Sanción de Carlos III de 23 de marzo de 1776). Pero, en puridad, el ofrecimiento sigue abierto. Que Dios les ilumine y les consuele en estos graves momentos.

En Madrid, a 18 de agosto de 2010.

martes, 17 de agosto de 2010

Verano de rendición

El desprecio de ZP al pueblo español es categórico. No ha habido movilizaciones sociales más grandes (sólo comparables a las que se han dado con ocasión de los títulos deportivos de España) en 30 años en España que contra la rendición ante ETA. Sin embargo siguen empeñados en la destrucción de lo que queda de España.

Han continuado de modo escandaloso durante este verano la concesión de amnistías encubiertas a los criminales de la banda terrorista de izquierdas y nacionalista ETA. La escalada ha adquirido tintes trágicos al haberse beneficiado de dichos beneficios criminales tan sanguinarios como Idoia López Riaño (26 asesinatos y cientos de heridos) o Jesús García Corporales (participante entre otros en los atentados contra la niña Irene Villa). El Ministro de Interior (el proislamista y muñidor de los GAL Pérez Rubalcaba) afirmaba, hipócritamente, que esas bestias sanguinarias etarras ya no formaban parte de la banda, sin aportar ni un sólo documento que corrobore este hecho y sin que hayan mostrado arrepentimiento ni hayan pedido perdón a las familias de los asesinados. Asimismo, en el caso de que así fuera, ¿qué sentido tendría entonces trasladarlos a una cárcel en Vascongadas? Recordemos que esa cantinela del "acercamiento" de los presos etarras a Vascongadas es precisamente una de las mayores reivindicaciones de todo el entramado criminal etarra, a través de sus legales asociaciones de apoyo a los presos. Si esos criminales no están ya en ETA, ¿por qué dar cumplimiento con su traslado a una de las exigencias de la banda terrorista?.
En el caso de López Riaño además si el beneficio pasara por acercarla a su familia lo procedente hubiese sido trasladarla a una cárcel cercana a Salamanca, de donde procede su familia, y no a Vascongadas. Lo mismo para el caso de García Corporales, alías "Gitanillo", nacido en Cubillos de Sil, cerca de Ponferrada, que procede de una familia que forma parte un clan quinqui llamado Los Corporales, delincuentes habituales en esa zona desde los últimos años del siglo XIX. Esa es la chusma social, ajena en tantas ocasiones a Vascongadas, ignorantes de la historia y cultura vasca, de la que se ha nutrido ETA para imponer su reinado de terror, administrado por el PNV. Otro de los criminales que se ha beneficiado del acercamiento a Vascongadas ha sido José Ignacio Zuazilorriaga, asesino de Ramón Baglietto, concejal de UCD en Azcoitia (pese a no ser militante del partido) y que fue carlista en su juventud, así como uno de los primeros concejales en condenar sin componendas la dictadura mafiosa que ETA ejercía en Vascongadas. En cualquier caso, en el hipotético caso de que hubiesen abandonado su militancia en ETA dicho hecho jamás les eximiría de la imposición de la Justicia a sus acciones, que por lo criminal de las mismas y por haber sido ejecutadas en ocasiones contra hombres de armas --como el Comandante Sáenz de Ynestrillas, de estirpe carlista por descender del Mariscal de Campo de Carlos VII Ramón Sáenz de Ynestrillas-- sólo se daría mediante la imposición de la pena de muerte.

Los presos etarras siempre han gozado de un trato privilegiado en las cárceles españolas, malogrando todos los esfuerzos y sufrimientos invertidos en su detención y persecución. Situación que empezó con los gobiernos de UCD (con una escandalosa amnistía general que propició el control social de Vascongadas y parte de Navarra por ETA a modo de grupo mafioso criminal) y que continuó con todos y cada uno de los gobiernos de la democracia liberal (en concreto Aznar acercó a cerca de 300 presos a cárceles de Vascongadas o cercanas, política sólo matizada levemente por Jaime Mayor Oreja). Pero la llegada de ZP al poder tras el oscuro atentado del 11-M precipitó aún más si cabía la situación. Una de las primeras medidas de dicho gobierno, como si previamente ya estuviese decidido el trato de favor a los etarras, fue el nombramiento de la maoísta Mercedes Gallizo como directora general de Instituciones Penitenciarias. Se trata de una de las introductoras en España de todo la ideología favorable a los delincuentes, contraria al carácter punitivo de la pena y partidaria de la exclusión de las penas de cárcel que no ha sido movida de su cargo desde el 2004, pese al enorme desprecio con que trata a los funcionarios de prisiones. Su nefasta gestión ha sido el complemento perfecto para la rendición que pretende ZP ante ETA. Acercamientos (siguiendo como hemos dicho la reivindicación marcada por la banda etarra), permisos antirreglamentarios, comunicación permanente con el exterior; además de disfrutar dentro de prisión de toda clase de lujos (piscinas, gimnasios, módulos no vigilados, etc.).
En medio de este panorama tan injusto y desolador cada vez suena más cercana la vuelta a la legalidad de Batasuna (el partido político de ETA, que no obstante ya hemos indicado cuenta con multitud de brazos legales, a empezar por las asociaciones de apoyo a los presos, así como el partido político ANV que incluso ostenta gobiernos municipales, disfrutando de subvenciones estatales a través del Plan E y accediendo a bases de datos que oportunamente se hacen llegar a la banda criminal) al tiempo que el PNV es cada vez más imprescindible para la política nacional. La situación nacional requiere necesariamente extremar la vigilancia y preparar nuevamente la protesta que hace unos años dio lugar a las movilizaciones populares más grandes de los últimos treinta años y que supuso un retraso de los planes de ETA y ZP. Y recordar que la Comunión Tradicionalista no tolerará ni permitirá bajo ningún concepto la desintegración de lo que queda de España. Contra el nacionalismo somos beligerantes.

lunes, 2 de agosto de 2010

El mundialismo reconoce como Estado al gobierno narcoterrorista islámico de Kosovo. El futuro que viene.

El cínico N.O.M. capitaneado por EE.UU. impulsa la imposición de un nuevo Estado nacido del crimen organizado, el tráfico de drogas, el exterminio serbio y el fanatismo islamista.

La ilegible (por lo enrevesado de su argumentación) sentencia de la Corte Penal Internacional avalando la injustificable, desde la más pura y estricta legalidad internacional formal, secesión de Kosovo respecto de Serbia ha sido la última secuencia de una serie de infames acontecimientos impuestos por de la sinarquía mundialista para la estrategia geopolítica del N.O.M.

El tráfico de drogas, la lucha por el petróleo, el exterminio de los serbios de Kosovo y el camino hacia Eurabia (la instalación de estados musulmanes en el corazón de la geografía europea) pueden explicar lo que en la embobadora superficie mediática aparece como "conflicto de naciones y pueblos".

Kosovo siempre ha sido Serbia por tradición, geografía, historia, religión, cultura, lengua, etnia y todos los elementos que de un modo u otro, unidos o separados, componen una nación. Etimológicamente el nombre de Kosovo es eslavo, tronco de la lengua serbia, y hace referencia a la batalla de los Mirlos, donde nació Serbia hace 700 años. Allí se hallan los monasterios, reliquias e iconos más importantes de Serbia.

El proceso de albanización de la región Serbia de Kosovo se ha hecho con violencia y con presiones extranjeras. La población albanesa se asienta sobre Kosovo tras diversas guerras de agresión del Imperio Otomano contra Serbia y los Balcanes. Y con la intención nunca negada de desplazar a la población autóctona para aumentar el "espacio vital" de la "Gran Albania", proyecto disparatado y carente de cualquier legitimidad y sentido común nacido del nacionalismo albanés.

La población albanesa de la región serbia de Kosovo nunca pretendió integrarse en la cultura de acogida, ni siquiera respetó a esta. La guetización de los albaneses derivaba cuando eran mayoría en el desplazamiento de la población autóctona serbia. Desde 1987 que es cuando se asientan los poblados estables de albaneses en Kosovo -después de la guerra albanoyugoslava por la cual Serbia retrocede en sus fronteras ante la agresión albanesa- más de un millón de serbios han salido de la región de Kosovo. No obstante los serbios aún siguen siendo mayoría en la zona de Metohija, pero por culpa de la invasión y la guerra de destrucción de 1999 tutelada por la OTAN carecen de representación en el parlamento autonómico.

Con el caso de Kosovo comprobamos el enorme embuste de la supuesta lucha contra el islamismo radical de EE.UU. No hay facción islamista más radical que la de los narcoterroristas albaneses que han invadido Kosovo. Y ha sido EE.UU., ya durante la administración Bush, el principal valedor de los invasores albaneses en la secesión de Kosovo. Las banderas de EE.UU. ondearon junto a las de Albania cuando se declaró la ilegal independencia unilateral de la región de Kosovo. Ahora la Corte Penal Internacional, longa manu del mundialismo y los EE.UU. (brazo armado del mundialismo), reconoce del modo más opaco posible la enorme injusticia de la secesión de Kosovo decretada por los invasores mahometanos de Albania.

Asimismo se sienta un precedente que ya se han apresurado a aplaudir los nacionalistas separatistas de España, al convalidar instituciones mundialistas una declaración de independencia de carácter unilateral. Una vez más el nacionalismo separatista unido al mundialismo y al islamismo. Pero lo que realmente favorecen estos nacionalistas apoyando esta ilegalidad e injusticia basada en el exterminio del pueblo serbio es la extensión del Islam, que con la invasión continua de nuestras fronteras acabará llevándose por delante la identidad de los pueblos hispánicos.