Juan Félix Eriz, industrial de Elorrio ya fallecido, relata en su libro Yo he sido mediador de ETA, la forma en que los huguistas (corriente en la que militaba) prepararon aquel atentado. Eriz afirma que la idea de colocar una bomba en El Pensamiento Navarro surgió en el Colegio Mayor Belagua, donde los miembros del GAC se reunían aprovechando la circunstancia de que uno de ellos era miembro del Opus Dei. (Curioso el empeño de muchos pseudointelectuales de la prelatura por ir contra el tradicionalismo al tiempo que dentro de la misma había marxistas terroristas).
El 23 de agosto, cinco miembros de los llamados "Grupos de Acción Carlista" penetraron en el periódico armados con pistolas, encerraron a los empleados en un cuarto y colocaron la bomba. "El impacto fue tremendo -escribe Juan Félix Eriz-. Afortunadamente y tal como se había previsto, la explosión sólo afectó a la maquinaria y en especial a la rotativa".
Pese a no causar víctimas mortales el impacto psicológico y físico para los trabajadores secuestrados fue enorme. Muchos no volvieron a trabajar nunca más. Los culpables de estos hechos nunca fueron detenidos. Sin embargo pese a los cuantiosos daños materiales que tanto dañaron económicamente al periódico el atentado no sirvió para desmoralizar al consejo de redacción, que mantuvo inalterable su línea sin ceder al chantaje de los criminales. En 1972 sufrió un nuevo atentado con bomba que afectó a la máquina rotativa, retrasando la aparición del diario. Recientemente la banda terrorista de izquierdas y nacionalista ETA se atribuyó en un boletín interno el atentado contra El Pensamiento Navarro de 1970, lo que pone de manifiesto las intimas y estrechas vinculaciones entre el huguismo y el terrorismo etarra, que se empezaba a hacer presente en Montejurra hasta el año 1976.
No será el atentado contra El Pensamiento Navarro la única acción armada de los terroristas mal llamados "Grupos de Acción Carlista", atentando principalmente contra personas y medios carlistas, como Radio Requeté de Pamplona y prestándo ayuda y cobertura a ETA y a otros grupos terroristas, como el "Movimiento Ibérico de Liberación", de tendencia anarquista, comandado por el tristemente célebre criminal Salvador Puig Antich. También se formarán por los huguistas unas llamadas "Fuerzas Armadas Revolucionarias Carlistas" (FARC), cuyo acrónimo coincide expresamente con el de la guerrilla narcoterrorista colombiana.
El Pensamiento Navarro pese al acoso y las presiones seguirá saliendo, con su ejemplar director Juan Indave Nuin al frente. Desde allí se librarán importantísimas batallas doctrinales, sobre todo desde la tercera del diario, en contra de la Constitución atea y antiespañola en curso y en defensa de Navarra frente al intento de hacerla desaparecer en un "Euzkadi" artificial y de inspiración sabiniana. Por ello seguirá en el punto de mira de la mafia terrorista ETA. Destacadas familias carlistas de Navarra, especialmente los Baleztena, sufrirán el calvario del acoso y persecución de la mafia etarra y proetarra, que continúa hasta nuestros días, por su gallarda oposición al despotismo de Carlos Hugo y sus secuaces en el intento de robo de El Pensamiento Navarro y de expolio de todo el patrimonio carlista. El empresario Jiménez Fuentes, uno de los principales anunciantes del periódico sufrió un intento de secuestro, por lo que tuvo que abandonar Navarra con su familia; meses después sus oficinas fueron destruidas por un potente artefacto, que costó la vida a un policía cuando intentaba desactivarlo, en Pamplona. En 1982 ETA asesinaba al carlista pamplonés, suscriptor durante toda la vida de El Pensamiento Navarro Alberto Toca Echeverría. Su hermano, el también carlista Ignacio tuvo que abandonar Navarra por amenazas a finales de los setenta, sufriendo un infarto al poco tiempo de su marcha por la presión a que se vió sometido. También el jefe de las Juventudes Tradicionalistas del Señorío de Vizcaya José María Arrizabalaga Arcocha fue un destacado suscriptor y difusor del periódico; así como otros carlistas de Vascongadas asesinados aquellos años por ETA. También en la trinchera religiosa no se claudicará, pese a los cambios eclesiásticos (los nefastos años del nacionalista vasco Cirarda en la archidiócesis de Pamplona y diócesis de Tudela). En El Pensamiento Navarro escribían las plumas más destacadas de la Tradición Española y otras afines, por lo que se convertía en un periódico de referencia en toda España. Allí estaban las firmas de Francisco López-Sanz (que había sido director de 1933 a 1966), Rafael Gambra, Jesús Evaristo Casariego, Raimundo Aldea Eguilaz, Casilda Elizalde, Ignacio de Orbe Tuero (barón de Montevilla), Juan Sáenz Díez, Nemesio Cortes Izal, José María Codón, el canónigo y ex rector del Seminario de Pamplona don Carmelo Velasco, Miguel Ayuso Torres, Carlos Etayo Elizondo, Manuel Ángel Vieitez Pérez, Francisco Guinea Gauna, Fco. Sánchez de Muniain Gil, Andrés y José Miguel Gambra, Serafín Argaiz Santelices, Alberto Ruiz de Galarreta (con sus diversos pseudónimos), Anselmo Ruiz, el Capitán de Navío Camilo Menéndez Vives, Federico Cantero Núñez, don José Ricart Torrens, Pascual Molins, Guillermo de Padura, Javier Nagore, Eulogio Ramírez, don Luis Madrid Corcuera, Andrés Caso-Sanz, Ramón Salas Larrazábal, Stanley G. Payne, Javier Morte, etc. Sin embargo el formato de diario se vió sobrepasado por el cambio operado en los hábitos periodísticos de los españoles, interesados más en la información generalista y deportiva frente a los periódicos con una línea doctrinal muy marcada. Además el boicot de la publicidad institucional fue prácticamente total, al igual que se hizo contra el periódico de la Confederación de Ex-Combatientes, fundado por los requetés que defendieron el Alcazar de Toledo, El Alcazar. En este contexto fue imposible competir contra los grandes grupos periodísticos, apoyados por capital público y financiero que tanto han empobrecido a la prensa en España desde la llamada transición. El 13 de enero de 1981 aparece el último número de El Pensamiento Navarro. Con la intención de continuar la senda doctrinal marcada por El Pensamiento Navarro en el ámbito religioso nace en 1982 Siempre P´alante, como semanario navarro católico (después pasará a ser quincenal, con el doble de páginas) que se sigue publicando de manera ininterrumpida hasta hoy, siendo uno de los máximos defensores (pese a la distinta factura de algunas de sus colaboraciones) de la Unidad Católica de España.
El 13 de enero de 1981, el número 27.276 de El Pensamiento Navarro seria el último en ver la luz. En un contexto según recogia el periódico aquel día: "demoliberal, con consenso marxistoide y separatista". Con un artículo bajo la rúbrica "Volveré.... con mis principios, si España es salvable (Carlos VII)" el carlista asturiano J. E. Casariego señala ."Denunciar y combatir el error y señalar la verdad es misión nobilísima, clarividente, salvadora, propia de espíritus dignos e íntegros. Tal fue la visión de El Pensamiento Navarro, que llega a esta hora con el orgullo, la satisfacción y la alegría del deber cumplido". El consejo de administración de "Editorial Navarra S.A." escibiría por su parte en un artículo titulado "La tradición, alma de la vida nacional": "No nos duelen prendas. Repetimos aquí que gracias al carlismo tradicionalista (antes era imposible separar tales conceptos), ironizado por muchos, gracias a él fue posible por algunos, odiado por muchos, gracias a él, fue posible que españoles y navarros no cayeran en el marxisno antirreligioso, antipatriótico y antiforal, antimonárquico. Si hoy otros 'gárrulos sofistas' -demócratas totalitarios, neoliberales y marxistas, reunidos- han empobrecido, mermado y desolado a un pueblo al que encaminan a un rápido suicidio, nosotros, los tradicionalistas, no tenemos la culpa".
El espíritu y la lucha de El Pensamiento Navarro, contra el que no pudieron las bombas ni las amenazas marxistas y separatistas, sigue en la Comunión Tradicionalista.