
domingo, 27 de junio de 2010
Apaciguar para claudicar

martes, 18 de mayo de 2010
Basta ya
Casualmente, la carta coincide en el tiempo con el traslado a Martutene de Arnaldo Otegi, la liberación de Rafa Díez Usabiaga, la no petición de detención de ‘Josu Ternera’ o la desaparición de De Juana. El sagaz ministro nos vende sus maniobras como una estrategia para dividir a los presos de ETA y así debilitar a la banda. Yo le diría a Rubalcaba que tenga cuidado y que no olvide que cualquier actuación política debe estar siempre regida por la ética, ese concepto tan anticuado que se supone que guía el comportamiento moral hacia la búsqueda del bien, en este caso colectivo.
¿Acaso él considera un bien que los terroristas y sus acólitos sigan campando a sus anchas en las instituciones del País Vasco?
En cuanto a la denominación de los presos como «históricos», agradecería muchísimo que alguienme explicase qué quiere decir semejante calificativo. ¿Que pertenecen al pasado? ¿Que su trayectoria es tan gloriosa que merecen pasar a la Historia? Puede que sean históricos, pero los efectos de sus crímenes perduran hasta hoy y lo harán en el futuro en el dolor de cada uno de los familiares de las personas a las que ataron, en la perversión que sembraron en la convivencia de los ciudadanos vascos y en la alteración que produjeron en el devenir de la democracia española.
Decía Aristóteles que la virtud más importante es la Justicia. Si los terroristas son sinceros en querer resarcir a sus víctimas –puesto que no pueden devolverles la vida que les arrebataron– la única forma que tienen de demostrarlo es aceptar que se haga Justicia y estar dispuestos a cumplir sus condenas. El perdón –si es que alguien perdona– no sustituye a la Justicia. Lo ha dicho el Papa la semana pasada en Lisboa. Y el Estado de Derecho tiene la obligación de hacer que la Justicia se aplique. Basta ya de inmorales cambalaches. Basta ya de impunidad. Basta ya de excarcelaciones arbitrarias. Déjennos de eufemismos «históricos» que pretenden dar una pátina de autoridad a una panda de delincuentes.
Y que nadie olvide que para las nuevas generaciones de posibles terroristas, que sus mayores salgan de la cárcel sin cumplir sus condenas –o directamente ni siquiera entren, como los que viven en Suramérica– es un estímulo para seguir sus pasos porque ven que hagan lo que hagan, al final tendrán una salida, un proceso y vuelta a empezar. Basta ya.
martes, 6 de abril de 2010
Caminos de rendición
La creación de dicho “grupo de mediadores internacionales” responde a una estrategia continuada del entorno terrorista en su intención de “internacionalizar el conflicto”, de hecho su poderoso aparato de propaganda lleva trabajando desde hace décadas en esa línea, con discretos resultados que no pasan de la implicación de la toda la extrema izquierda internacional e internacionalista y el concurso de asociaciones de bobalicones como Amnistía Internacional. No obstante la llegada al poder del bolivariano (y por tanto antiespañol) Hugo Chavez en Venezuela supuso un salto cualitativo en la proyección internacional de la banda. Además el actual contexto político español es un terreno seguro para la presión en el ámbito internacional por la debilidad intrínseca del gobierno (de ocupación) que aún es más notable y agravada en el aspecto de las relaciones diplomáticas e internacionales. Reparemos asimismo en la personal fascinación que Rodríguez Zapatero, mascarón de proa de toda esta tragicomedia esperpéntica digna del mejor Valle-Inclán, siente por cualquier grupillo internacional de mindundis que expresen cualquier idea disparatada siempre que sea subversiva contra el orden natural y la razón. Existe un peligro cierto de que ZP llegue a creerse todas las mentiras de este grupo internacional, pues su fanatismo ideológico altera tanto su percepción de la historia como de la realidad. Este grupo en cuestión está participado por “mediadores” del llamado conflicto sudafricano (recordemos que Nelson Mandela fue un cruel terrorista marxista, como denunció reiteradamente el recordado Carlos Etayo, y que de una situación de detestable apartheid se ha pasado a la no menos deplorable institucionalización del racismo antiblanco y a que Johannesburgo y Ciudad del Cabo sean las ciudades más inseguras del planeta, seguidas por cierto de Caracas) y por algunos republicanos irlandeses empeñados en arrimarse al muy pro-británico nacionalismo vasco, con el que ningún paralelismo serio puede hacerse.
En segundo lugar la presencia del brazo político de ETA en el día del aberri eguna es la repetición del precedente de aquel Pacto de Estella de 1999, en pleno gobierno del PP. Los nacionalistas, para reafirmar su carácter anticatólico, tienen la desfachatez de intentar politizar el Domingo de Resurrección, reemplazando el culto debido a Dios por la idolatría nacionalista. Y pese a aparentes diferencias de detalle parece claro que el nacionalismo volverá a ceder su espacio a la banda terrorista ETA.
El escenario previsible en el que se podría representar una nueva rendición ante ETA podría estar determinado por tanto por la reintegración del entramado político de ETA en el tronco común del nacionalismo y la mediatización de un grupo de “observadores internacionales” que certificasen la vuelta a la cotidianeidad del entramado mafioso etarra a aquellos lugares donde tras mucha lucha han sido desalojados. Pero entre bambalinas, con la opacidad que caracterizó al anterior periodo de rendición y que caracteriza a todos los grupos ocultos, quedaría la cuestión de los presos etarras con una más que previsible amnistía discreta y paulatina (en 1936 y en 1977 el PSOE fue uno de los principales promotores de una gran amnistía para miles de criminales tanto o más sanguinarios que los actuales etarras). ¿Qué escrúpulos podría tener quien tan recientemente se entregó a una claudicación de mastodónticas dimensiones? A esta casta politicastra no se le puede exigir ni siquiera la aplicación de su Estado formal de Derecho, pues un pequeño grupo de criminales lo mediatizan a su antojo. Si se aplicase un Estado justo de Derecho habria que empezar por plantear medidas severas* y la pena de muerte para los terroristas, tal como contemplaba el Código Penal carlista que sancionó S.M.C. Carlos VII. En cambio ni siquiera la penas ridículas a las que han sido condenados, con un trato privilegiado en las cárceles, serán cumplidas en su integridad. No podemos dejarnos distraer con un mero cambio de gobierno en una comunidad autónoma creada contra las libertades forales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa y con la permanente amenaza a Navarra sobre los dogmas, mitos y símbolos del nacionalismo. Hace tan solo dos años el partido que llegó al poder tras el oscuro atentado del 11-M ponía a un Estado al mismo nivel que una banda de criminales, y solo las incansables movilizaciones del pueblo español en las manifestaciones más grandes que se recuerden en los últimos 30 años frenaron --oficialmente-- y por puro cálculo electoral dicha negociación. Pero las incongruencias del sistema político siguen siendo las mismas, así como el mesianismo iluminado del actual gobierno de ocupación, al que sin duda le encantaría andar nuevos caminos de rendición.
"Denunciamos que bajo el Estatuto no hay una aspiración real del pueblo vasco, sino un instrumento opresor del nacionalismo que lo inspira del principio a fin. Los carlistas nos mostramos enemigos y beligerantes contra el nacionalismo en todas sus formas y contra todos sus cómplices. Defendemos como siempre la unidad e integridad de las Españas y rechazamos los instrumentos antitradicionales, antivascos y antiforales como el Estatuto de Autonomía, del que exigimos su abolición inmediata y la vuelta a los regímenes forales vascongados. El nacionalismo no es más que la especulación de la burguesía con la sentimentalidad del pueblo.
"Si el Gobierno [...] y los partidos constitucionalistas tienen verdaderamente intención de poner coto a ETA, a Batasuna y a su tupida red de colaboradores, deberán demostrarlo empezando por crear el clima que permita el regreso a Vizcaya, Guipúzcoa y Álava de las decenas de miles de vascos que se han visto forzados a exiliarse desde el comienzo de la Transición; a la vez que suprimen el adoctrinamiento nacionalista y el entorno del que se nutren las organizaciones separatistas. Para ello es imprescindible:
Suspensión del mal llamado Estatuto de Guernica.
Cierre de las ikastolas donde se enseña una historia falsa para justificar el separatismo; retirada de los libros de texto y programas educativos del Gobierno autónomo vasco.
Cierre de ETB y de las emisoras de radio y restantes medios en manos nacionalistas.
Retirada de toda ayuda o subvención a la llamada Academia de la Lengua Vasca, y a cualquier programa de imposición del euskera batúa, eje de la estrategia nacionalista; apoyo en cambio a las variantes tradicionales del vascuence.
Estatuto de autonomía para Álava, y apoyo a las iniciativas similares para Vizcaya y Guipúzcoa.
Fin de la tolerancia para con los defensores del separatismo terrorista. Si son extranjeros, decláreseles personae non gratae. Si obispos, solicítese a la Santa Sede su remoción, y no se dude en expulsarlos del territorio nacional.
Proscripción del uso oficial de la ikurriña, bandera del Partido Nacionalista Vasco, que en absoluto representa a Vasconia. Prohibición del uso de las armas de Navarra en los emblemas autonómicos vascongados.
Derogación de la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución de 1978; fin del hostigamiento nacionalista contra Navarra.
"Las propuestas anteriores corresponden a una política de mínimos sin la cual la lucha contra el terrorismo separatista no será eficaz ni creíble."
No serán nunca creíbles las proclamas antiterroristas de los partidos políticos que apoyan el terrorismo abortista, más sangriento que los otros, como el PSOE, el PP y la UPyD de Rosa Díez. No será nunca creíble el antiseparatismo de quienes acepten la Constitución de 1978, aunque propongan su reforma, ni los Estatutos de Autonomía que suplantan a los fueros y libertades regionales.
martes, 23 de marzo de 2010
A propósito del Museo de Historia del Carlismo de Estella

domingo, 7 de marzo de 2010
ETA entre Chávez y ZP

En el caso de Chávez, el trato dispensado a los etarras en Venezuela es exquisito. Es sabido que el régimen chavista consideró conceder la nacionalidad venezolana a José Ayestarán, Miguel Angel Aldana, Jesús Arteaga y Eugenio Barrutiabengoa que han asesinado a más de cuarenta españoles. Si el ministro del Interior y el presidente del gobierno (de ocupación) repiten constantemente que detendrán a todos los etarras, ¿a que esperan para echar el guante a estos que están perfectamente identificados en un país que se presume aliado del gobierno (de ocupación)? Otros etarras como Cubillas (tres españoles asesinados) llegó a Venezuela por acuerdo directo de Felipe González con dicho país e incluso ocupa un puesto relevante dentro de la administración chavista.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Basta de gobiernos marroquís en España

De entre los diversos grupos que se reparten el poder del gobierno de ocupación de España destaca notablemente el marroquí. Un absoluto desconocido, José Luis Rodríguez Zapatero, en su etapa de jefe de la pseudo-oposición al PP ya mostraba singulares desvelos por ese Estado artificial e innecesario llamado Marruecos. Por aquel entonces en plena crisis con Marruecos, no tuvo el menor empacho en hacerle una visita al sultán marroquí, haciéndose una foto con el sultancito, y un mapa de Marruecos que incluía a las Canarias, los reinos del sur de la Península, Ceuta y Melilla. Significativo fue también el apoyo del PSOE a Marruecos durante la invasión de Perejil. Se valió de su medio oficioso, El País, para publicar artículos de supuestos "expertos" apoyando la tesis de la marroquinidad del islote en cuestión. Desde la llegada al poder del PSOE, como consecuencia del pucherazo mahometano del 11-M (del cual aún es una incógnita el alcance del apoyo marroquí, que en cualquier caso existió y no es descartable que como venganza por la reconquista de Perejil) se ha pasado a una situación de total sometimiento a Marruecos de acuerdo con la máxima "se hará todo lo que Marruecos quiera".
El Sahara Occidental jamás ha sido parte de ese engendro llamado Marruecos y según la pura legalidad internacional –-a la que dice someterse tanto el Estado artificial de Marruecos como el gobierno de ocupación de España-- obliga a que se mantenga un status jurídico diferente del de la potencia que lo administre o lo ocupe.
Aminatu Haidar quiso entrar en su tierra, el Sahara Occidental, tras recibir en los Estados Unidos un premio de reconocimiento a su lucha pacífica por los derechos humanos en el Sahara Occidental ocupado.
Marruecos le impidió entrar en su tierra y le quitó el pasaporte de la potencia ocupante, Marruecos.
Fue introducida contra su voluntad en una aeronave española. Cuando el Comandante del avión constató que no tenia pasaporte no permitió su entrada en el mismo, pero una "orden superior" del gobierno de ocupación de España obligó al Comandante a embarcarla, contraviniendo la propia legilslación que ellos aprobaron, pisoteando de ese modo el Estado de Derecho.
Desde entonces Aminatu Haidar mantiene una huelga de hambre como protesta por una situación de absoluta ilegalidad, tanto desde el derecho interno como el internacional, pero en el que hay un trasfondo más problemático: la lucha por la dignidad y la libertad del pueblo saharaui, sojuzgado por Marruecos.

Las "soluciones" que el gobierno de ocupación de España ha ofrecido han sido lamentables, y seguramente diseñadas por el grupo marroquí que ostenta el poder en España. Jugando con la frágil salud de Aminatu se le ofreció un salvoconducto por el que fue embarcada de nuevo con dirección a Marruecos, pero en el último instante se le impidió volar. Una maniobra más que evidente para desmoralizarla y debilitar su frágil estado de salud. En esta maniobra una vez más una "orden superior" hizo que la Delegada del Gobierno (de ocupación) en Canarias se impusiera al cumplimiento estricto de la ley, pues el jefe del puesto fronterizo del aeropuerto de Arrecife quiso cumplir la ley solicitando un nuevo salvoconducto para permitir la entrada en el país de Aminatu Haidar. Esta había cruzado la frontera y había salido de España y, por tanto, para volver a entrar necesitaba una nueva autorización. Entonces, el director del gabinete de Moratinos le pidió al agente que estampase el sello de entrada en el salvoconducto, a lo que él se negó porque el documento sólo servía para salir. El agente argumentó que lo más lógico era que Aminatu Haidar se quedase en la zona de tránsito del aeropuerto, que es el lugar donde aguardan los extranjeros que van a ser devueltos a su país porque no tienen la documentación en regla. De esta forma, sería más fácil presionar a Marruecos, ya que la activista no se encontraría en territorio español, sino en una zona internacional. Finalmente, intervino el comisario del aeropuerto de Arrecife que le dijo al jefe del puesto fronterizo que se fuese porque estaba destituido del servicio. Aminatu Haidar volvió así a entrar, muy a su pesar, en territorio español.
Esta crisis merece varias observaciones. La primera es que no es descartable que la misma no haya sido espontánea, sino organizada, aunque seguramente no calculó Marruecos el valor y la determinación de Aminetu Haidar. El régimen de Mohamed VI se asienta en la represión de su pueblo y sobre el majzén, algo más que la corte: toda una red de intereses y corrupción en torno a la pseuomonarquía chapucera alauita. Unas bases ciertamente débiles, pese a la extrema crueldad de las mismas. Por lo que en ocasiones le viene muy bien ensañarse con los aún más débiles (el pueblo saharaui, expoliado y privado de su territorio) para fomentar un artificial nacionalismo. La doctrina oficial de la pseudomonarquía chapucera alauita es la del partido nacionalista Istiqlal, un engendro que vendría a ser algo así como un PNV marroquí, que reivindica el disparate del "Gran Marruecos". Estas concepciones cada día son más débiles y gozan de menor apoyo popular. Primero por la absoluta artificialidad del Estado marroquí. De ello deriva el giro izquierdista del nacionalismo marroquí, que ha ocasionado puntuales distanciamientos con la pseudomonarquía. Y después por el significativo crecimiento de los partidos islamistas radicales, especialmente el Partido de la Justicia y el Desarrollo, que antepondrían la sharia más radical a cualquier consideración estatal. Por más que la pseudomonarquía alauita se asiente sobre ese mismo islamismo radical y de hecho haya impulsado el crecimiento de esos partidos, el llevar hasta las últimas consecuencias esas pretensiones podría acabar imponiendo una república islámica como la de Irán, llevándose por delante a los pseudomonarcas alauitas y todo el majzén. Además el crecimiento de esos partidos irrita a Estados Unidos, que en última instancia es el culpable de la creación del artificial estado de Marruecos y su principal mantenedor. Por tanto estos episodios le vienen muy bien a Marruecos para escenificar una posición de nacionalismo que deje en un segundo plano sus tremendos problemas de estabilidad. Sin embargo si Aminetu persevera en su decisión resquebrajará la alianza de Marruecos con la infracultura progre en su ocupación de España.
Por último hay que tener cautelas en torno a las asociaciones que se dicen de apoyo al pueblo saharaui. Las mismas en su origen nacieron de peninsulares y canarios que habían realizado el servicio militar o habían servido en el ejército o en la administración civil en el Sahara Español (los saharianos). Pero después la progresía (otro de los grupos que se reparte el poder en el gobierno de ocupación de España) las copó y adoptó un nuevo discurso ideologizado "anticolonialista", cuando el Sahara Español para nada era homologable a las aventuras coloniales de las potencias europeas. Y eso a pesar de que su colonización se hizo prácticamente por gobiernos liberales e izquierdistas, muy lejos del afán misionero de la Monarquía Hispánica. Asimismo dichas organizaciones empezaron a organizarse de un modo un tanto extraño, abandonando el carácter de federación nacional con órganos de gobierno comunes y siguiendo de repente las separaciones de las "comunidades autónomas" para organizarse independientemente. Al calor de esta separación han surgido asociaciones que reproducen la organización puramente separatista, como la Koordinadora Otsailak en las Provincias Vascongadas y Navarra (no obstante hubo asociaciones tanto en Vascongadas como en Navarra que rechazaron ese engendro y siguieron trabajando independientemente). En muchas ocasiones bajo estas asociaciones lo que hay son veladas plataformas de apoyo al llamado derecho de autodeterminación de sus respectivas regiones, en lugar de un verdadero apoyo a la dignidad y libertad del pueblo saharaui.
Este gobierno de ocupación de España no puede durar más tiempo. No podemos ser por más tiempos esclavos de los intereses extranjeros. Es hora de derrocarlo.
Adenda: En medio de toda esta tormenta el gobierno de ocupación de España regala a Marruecos 14 millones de euros “dicen” que para reformar su sanidad:
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=150945
sábado, 3 de octubre de 2009
España a pique en el Índico

Coincidiendo con el anuncio del gobierno español de desamparar a los atuneros españoles que pescan en aguas del Índico (unos caladeros en los que los pescadores españoles faenan desde hace cientos de años) ha sido atacado y secuestrado el atunero “Alakrana”, con base en el puerto vizcaíno de Bermeo. Los ataques e intentos de secuestro a embarcaciones españolas se cuentan por cientos, no solo a barcos pesqueros, sino también a mercantes, expediciones oceanográficas o a instituciones caritativas. La actuación del Gobierno de ocupación de España ha sido como siempre torpe y cobarde, asumiendo las exigencias de los criminales (algo de lo que este gobierno sabe mucho por su claudicación ante la banda criminal separatista y de extrema izquierda ETA). Este gobierno de títeres ni siquiera es capaz de poner orden interno y permite el chuleo de algunos barcos españoles que izan ilegalmente el trapo sabiniano, la ikurriña, como si representase algún pabellón. No obstante el PNV, uno de los partidos que más ha trabajado contra las Fuerzas Armadas, ahora exige que vayan infantes de marina --recordemos que la Infantería de Marina española, creada en 1537, es la más antigua y ha sido la más gloriosa del mundo-- a bordo de los barcos españoles, recogiendo el clamor de todos los puertos españoles (especialmente los vascongados) y como ya hacen otros países.
Es conveniente analizar algunas claves del conflicto. En primer lugar “Somalia” es uno de los llamados “Estados-fallidos” consecuencia de la enorme tragedia que fue el proceso de descolonización amparado por la ONU. Tragedia que sufrieron tanto las potencias occidentales (recordemos la masacre de franceses y españoles en Argelia y las gestiones que el Carlismo hizo por los patriotas que luchaban contra el islamista FLN, nombrando Don Javier al General Salan “Requeté de Honor”), como los pueblos a los que la ONU dotaba precipitadamente de Estado. Somalia precisamente ha sufrido algunos de los episodios más inhumanos de la descolonización, con enormes hambrunas de magnitud desconocida antes de la descolonización y salvajes guerras entre clanes por el dominio del Estado. Siempre con el común denominador de la presencia del mahometanismo más radical y un particular odio al cristianismo. El antiguo Reino de Aksum (que se extendía por parte de las actuales Somalía y Etiopía) fue uno de los primeros reinos en adoptar oficialmente el cristianismo, aunque el Evangelio entró muchos años antes en la región. En Etiopía, pese a lo lamentable de los cismas y las herejías que han roto la unidad de la Iglesia, aún se conservan algunos signos de lo que fue uno de los primeros reinos cristianos, representado por el gobierno del Negus Nagast. De ahí deriva la particular animadversión de los gobiernos somalíes a la vecina Etiopía. En este clima de devastación islamista la economía se encuentra permanentemente hundida y se alienta la piratería contra los que consideran “infieles”, armados en su mayoria por el grupo terrorista al-Shabab. Asimismo, como señalara el diario británico The Independent el pasado abril una parte significativa del dinero de los rescates se ha blanqueado mediante cuentas bancarias en los Emiratos Árabes y otros puntos de Oriente Próximo, llegando parte del mismo a militantes islamistas.

Una vez acabada el gobierno se desentiende por completo de la suerte de los pescadores españoles (mientras mantenemos grandes operativos y arriesgamos la vida de soldados españoles al servicio de la geoestrategia anglosionista en Afganistán) y les insta a que “contraten seguridad privada”. Lo que a priori podría ser una solución factible ante la pretensión del gobierno de ocupación de impedir actuar a la Armada y el recorte de medios a la que continuamente la somete --y en cierto modo acorde con el principio de subsidiariedad— se enfrenta a las tremendas limitaciones y contradicciones legales que el mismo gobierno establece, pues no autoriza a la seguridad privada a portar armas largas rayadas a bordo de los barcos. Además el anuncio se hace sin la premura suficiente, casi cuando está acabando la campaña del atún, para establecer un operativo efectivo.
En el ámbito diplomático el pasado 31 de julio el gobierno títere de ocupación anunciaba el aumento de la ayuda a Somalía en 1,3 millones de euros, al tiempo que paralelamente se establecía un recorte del presupuesto del Ministerio de Defensa para el año 2010. Recorte del 6´2%, el mayor proporcionalmente de la historia para uno de los ministerios más castigados por la falta de recursos y de capacidad operativa. La improvisación e ineptitud con que este gobierno acomete cualquier acción es de órdago. El envío de ayuda a Somalia es un regalo al Gobierno Transicional de Somalia, un órgano controlado por el integrismo islámico que pretende perpetuar la tiranía sunni en el cuerno de África mediante la persecución brutal a los cristianos y el intento continuo de invadir Etiopía.
El gobierno más débil de la historia arrodilla a España ante las pretensiones de unos bandidos tercermundistas. Como señaló el despacho de FARO de 16 de septiembre de 2009:
- Sería difícil hacer más burla de las Fuerzas Armadas y de los españoles que pagan los abusivos impuestos del régimen imperante. Sería difícil dejar más claro que el Gobierno (de ocupación) de España no defiende los intereses de la nación ni las vidas de sus súbditos, a los que insultantemente llama "ciudadanos".
- Pero, ya que así lo ponen, desde FARO lanzamos una propuesta: recuperar las patentes de corso, para que barcos privados se armen y combatan a los piratas. Como dichas patentes solía darlas el soberano legítimo, sugerimos que, si el Gobierno (de ocupación) no lo hace, las otorgue desde el exilio S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón.
- (Mientras tanto, las tropas españolas siguen teniendo que repeler ataques cada vez más feroces en Afganistán, donde han sido obligadas a custodiar las elecciones organizadas por el integrista mahometano Karzai, elecciones que la propia Unión Europea acaba de reconocer fraudulentas. El Gobierno sigue sin reconocer que se trate de una misión de guerra).
Addenda: Días después de escribir estas líneas, el 7 de octubre de 2009, un nuevo soldado español ha muerto en Afganistan. Se trata del Cabo Cristo Ancor Cabello Santana, natural de Las Palmas de Gran Canaria, del Regimiento de Infantería Soria Nº 9, que murió a consecuencia de las heridas sufridas al tocar su vehículo, que formaba parte de una patrulla del contingente español, un artefacto explosivo cerca de Herat. Otros cinco militares españoles han resultado heridos. Rogamos oraciones por su eterno descanso. Con él ya son 83 los soldados españoles muertos en la absurda misión en Afganistan.